Además, según un diario británico, trabajaba además como DJ y tenía muchas deudas.
Unas horas luego de que la policía de Guernsey informara que ya no buscarán el vuelo en el que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala, medios ingleses revelaron que el piloto tenía una licencia privada para transportar pasajeros pero no contaba con una cédula comercial.
Según publicó The Sun, David Ibbotson estaba endeudado por lo que trabajaba además como DJ y plomero para financiar su pasión por los aviones. “Siempre pensé que era mejor plomero que piloto”, reveló un amigo suyo al diario inglés.
“Ibbotson tenía miles de horas de vuelo pero en viajes menos exigentes, como el transporte de paracaidistas a lugares de salto. Era un trabajo de tiempo parcial para él que realizaba por diversión y no como una actividad profesional”, agregó el amigo del piloto desaparecido.
En las últimas horas uno de los representantes del futbolista argentino, el francés Mark McKay, admitió que fue él quien organizó el vuelo que lo trasladaba desde Nantes hasta Cardiff y que se perdió cuando sobrevolaba el Canal de la Mancha entre Francia e Inglaterra.